miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Dónde está John Galliano?


Aviso a los famosos, si queréis pasar desapercibido no uséis gorra. Acudir a un restaurante de moda con la cabeza cubierta es un reclamo para las miradas de aquellos que comparten mesa contigo. Así pasó el pasado domingo cuando un grupo de periodistas cenábamos en el restaurante Leb-i Deira, situado en la última planta del hotel Richmond de Estambul. A nuestro lado un hombre trataba de camuflarse con una gorra de cuadros calada hasta las cejas pero su fino bigotillo no dejaba lugar a dudas: era John Galliano.
Desde que en marzo del año pasado la casa de costura Christian Dior suspendiera de funciones al creador gibraltareño poco se sabe de su vida. Tras más de una década como imagen de la firma, el diseñador se vio envuelto en un escándalo al proferir insultos antisemitas y racistas en un café de París. Tras este episodio fue expulsado de la casa Dior y ahí comenzó a encadenar desgracias; se le relegó de la firma que llevaba su propio nombre y el gobierno francés le despojó de la Legión de Honor, condecoración que le había concedido tiempo atrás.
Desde entonces, poco se sabe de la vida que lleva el que un día levantara pasiones en el mundo de la moda gracias a sus geniales creaciones. De momento sabemos que el pasado domingo, acompañado de un amigo, eligió como escenario para cenar un restaurante donde se contemplan una de las mejores vistas del Bósforo que se pueden encontrar en Estambul. Tranquilo y discreto, cenó y se retiró sobre las once de la noche. En el mismo restaurante coincidió con Raquel del Rosario, vocalista del grupo El sueño de Morfeo, que viajó con el grupo de periodistas a Turquía (y que por cierto compartió vuelo con Rodrigo Rato que, en su sillón de clase business, no paró de repasar un nutrido taco de folios impresos).
Al día siguiente, como un turista más, Juan Carlos Galliano (verdadero nombre del diseñador) paseaba por las calles del Gran Bazar de la ciudad turca, asomándose a los millones de puestos que ofrecen desde lámparas hasta especias, pasando por joyas o ropa. Y seguro se toparía con alguna de las imitaciones del bolso 'Saddle' que un día él creó para la firma que le encumbró y después le condenó al olvido. Esperemos que se haya hecho con un 'nazar', ese típico amuleto turco que representa un ojo azul, para espantar el mal de ojo que parece perseguirle.

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